lunes, 20 de febrero de 2012

postal urbana I







se ve
ahora colgando.
no es una lámpara, tampoco una piñata;
es uno de esos símbolos orientales,
que para alguna fiesta -imagino-
lograron enganchar de los cables en la terraza;
y ahora se deja ver,

ese móvil interior,
juguete de los vecinos.

primera vez que esas ventanas reciben el día, la tarde, la luz.
se han desencajonado las vistas.

y el interior dará por un tiempo a la esquina.
sí, la esquina del contrafrente -antes una cómoda oscura, puro interior-
gracias a la demolición y la nueva construcción,
ahora corriendo,
respira.